El diseñador español Unai Rollan nos presenta su producto estrella. Se trata de Hamaika, una silla diseñada con el objetivo de transmitir la sensación de que el usuario forma parte del proceso de fabricación al construirla con sus propias manos, compartiendo la experiencia y la lógica constructiva del diseñador.
Pensada básicamente para un niño, Hamaika permite que los más pequeños comprendan los conceptos constructivos básicos de un mueble. La silla nace a partir de un solo listón de madera cortado en once trozos iguales que se encajan y acoplan con el uso mínimo de herramientas básicas. Conoce a continuación, el proceso de diseño y la experiencia constructiva del autor de Hamaika.
Descripción del diseñador. He querido hacer una pieza de mobiliario, pero a la vez intentar transmitir lo que siento yo al crear un objeto, esa parte en la que todas las piezas encajan y se convierten en una pieza útil. La selección de la silla dentro del abanico del mobiliario ha sido un objeto utilizado en el día a día que tiene un vínculo/sentimiento de propiedad dentro de la familia ("las sillas pequeñas son de los niños pequeños).
Creo que involucrar al usuario en esta fase final del proceso es la que genera ese sentimiento de propiedad, orgullo y satisfacción de haber creado un objeto funcional para uno mismo. El aporte de una silla a la experiencia de sentir, tocar, trabajar con el material y el sentido del montaje.
Sobre el proceso de diseño, diría que después de llegar a la conclusión de que la forma más pura de transmitir esa sensación de construir tu propia silla es a través de listones de las mismas dimensiones centrándose en la lógica del ensamblaje y no en las formas de las piezas, comencé a proyectar y crear pequeñas maquetas con pequeños listones iguales. Hasta acercarme a una construcción básica, limpia y funcional.
En el prototipado, tuve que hacer muchas pruebas para conseguir las dimensiones generales de las piezas para que la altura del asiento y el respaldo fueran las correctas. Un estudio de las uniones de pata, asiento y respaldo, utilizando únicamente madera y tirafondos. Siempre respetando la escala y proporción de la silla de niño.
Además, el mínimo uso de herramientas ha estado siempre presente en el proceso de diseño. Ajustándome y sacando el mayor rendimiento a la fabricación con los recursos que tengo. Pensando en producir un buen producto sostenible, tanto ecológicamente como económicamente que puedo llevar a cabo yo solo en una producción hecha a mano.
Por último, he elegido el pino Abeto como material pensando en las características de la silla. Al ser una silla para niños, sé que tiene un periodo de uso limitado (recomendada para niños a partir de los 120 centímetros de altura). Además con la idea de que el niño pueda pintarla y personalizarla sin límites, he pensado que era un material adecuado por su bajo coste, accesibilidad, facilidad para trabajarlo, peso ligero y porque es un material muy agradable al tacto.
Unai Rollan
Soy diseñador de producto e ingeniero. Vivo en Donostia/San Sebastián donde he nacido y crecido. También he estado viviendo en Milán y Barcelona durante 10 años. He sentido por el diseño una gran pasión desde la infancia, pero en estas dos ciudades es donde he aprendido a valorar el diseño de pequeños y grandes diseñadores.
Diseño y trabajo con materiales naturales por las sensaciones que me transmiten a través de su pureza, textura, tacto y color. Materiales como la madera, la piedra o el mármol. Siempre buscando la sencillez y la funcionalidad con diseños que perduran en el tiempo.